domingo, 9 de marzo de 2014

El Cuarto Doctor


Hasta el extremo, el Cuarto Doctor es uno de los más impredecibles en términos de profundidad emocional, mucho más distante y alienígena que sus encarnaciones anteriores.
Aparte de sus momentos obvios de chispa fantasiosa y humor excéntrico, impregnados por su sonrisa maníaca, el Cuarto Doctor es más distante y sombrío que sus encarnaciones anteriores. Podía hacer intensamente murmurante, serio, e incluso antipático. También muestra un lado oscuro de su personalidad, y en The Invasion of Time mostrándose sarcásticamente cruel y jugando con los Señores del Tiempo tras su debut de emergencia como Presidente. También muestra un código moral muy fuerte, como cuando se encuentra en el dilema de destruir a los Daleks en Genesis of the Daleks, diciendo que si lo hiciera no sería mejor que los propios Daleks. Se muestra verdaderamente espantado por las acciones del Capitán de los Piratas en The Pirate Planet y rechaza escuchar los intentos del Profesor Tryst de justificar el tráfico de drogas para sufragar su trabajo científico (Nightmare of Eden), diciéndole simplemente que se marche.
Al mismo tiempo es capaz de momentos de auténtica calidez. En The Ark in Space, alaba la característica indomable de la raza humana, e historias posteriores establecen que la Tierra es su planeta favorito (The Ribos de Operation). Es el primer Doctor que se refiere a sus acompañantes como sus mejores amigos.
Para sus acompañantes, especialmente Sarah Jane Smith, era protector y algo como una figura paterna. En historias como Pyramids of Mars, se preocupa porque se está aproximando a la mediana edad, con un hastío casi melancólico, algo que se convierte en el foco principal de su personalidad en su última temporada. Suele contemplar su estatus externo para la humanidad y su herencia gallifreyana, mientras comienza a inclinarse más a una existencia solitaria (The Deadly Assassin). En contraste con esta "existencia externa", enfatiza que encuentra a la raza humana su "especie favorita", como si estuviera estudiándola científicamente. También podía mostrarse furioso con aquellos que veía estúpidos, frívolos, mal aconsejados, o simplemente malvados. Cuando toma el mando, puede ser considerado autoritativo hasta el punto de ser controlador y egocéntrico. Generalmente mantiene la distancia con los Señores del Tiempo, remarcando en The Pyramids of Mars que, aunque viene de Gallifrey, no se considera a símismo un Señor del Tiempo. Muestra un claro resentimiento de que a pesar de que le levantaron el exilio, continúan llamando al Doctor sólo cuando lo ven necesario (Genesis of the Daleks).
Aunque como todas sus otras encarnaciones prefiere la inteligencia a la fuerza bruta, es un buen espadachín (The Androids of Tara) y luchador cuando es necesario, y sigue siendo un experto en artes marciales como su inmediato predecesor. Improvisa armas no letales cuando es necesario (Genesis of the Daleks), pero no tenía aversión a armas más mortíferas si era necesario contra enemigos sensibles o no sensibles, como la Pistola DeMat destructora de materia (The Invasion of Time) o armas de fuego contemporáneas (Image of the Fendahl y The Talons of Weng-Chiang).
Una de las relaciones más significas del Doctor ocurre durante esta cuarta encarnación y se explorará en profundidad durante su décima encarnación. Su amistad con Sarah Jane Smith se implica que es más profunda que las relaciones que ha tenido con otras acompañantes hasta entonces (como se dice en el episodio del Décimo Doctor School Reunion). Ella aún estaba afectada emocionalmente por esa separación tantos años después en su vida personal.

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